Al visionario y teósofo Rudolf Steiner le fue revelado que este planeta, antes de ser la tierra que conocemos, pasó por una etapa solar, y antes por una etapa saturnina. El hombre, ahora consta de un cuerpo físico, de un cuerpo etéreo, de un cuerpo astral y de un yo; a principios de la etapa o época saturnina, era un cuerpo físico, únicamente. Este cuerpo no era visible ni siquiera tangible, ya que entonces no había en la tierra ni sólidos ni líquidos ni gases. Sólo había estados de calor, Formas Térmicas. Los diversos colores definían en el espacio cósmico figuras regulares e irregulares; cada hombre, cada ser, era un organismo hecho de temperaturas cambiantes. Según el testimonio de Steiner, la humanidad de la época saturnina fue un ciego y sordo e impalpable conjunto de calores y fríos articulados. "Para el investigador, el calor no es otra cosa que una substancia aún más sutil que un gas", leemos en una página de la obra Die Geheimwissenschaft im Umriss (Bosquejo de las Ciencias Ocultas). Antes de la etapa solar, espíritus de fuego o arcángeles animaron los cuerpos de aquellos hombres, que empezaron a brillar y a resplandecer.
¿Soñó estas cosas Rudolf Steiner? ¿Las soñó porque alguna vez habían ocurrido, en el fondo del tiempo? Lo cierto es que son harto más asombrosas que los demiurgos y serpientes y toros de otras cosmogonías.
"Los Seres Térmicos"
J.L.Borges, "El Libro de los Seres Imaginarios".
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alcanzo a entender que no estaría mal retornar a la etapa saturnina.
cuando sólo los estados de calor gobernaban el cuerpo físico de los seres y el mismo espacio que estos habitaban.
qué fácil es entender que el ser siempre retorna a los sitios de su memoria universal en el que se hayan pequeñas partículas que indican lo que alguna vez sucedió para hacer brillar.
en el caso de que todo esto guarde una veta de certeza -y desde ya que se sostiene por sí mismo desde el momento en que un hombre así lo creyó para sí revelado- estaríamos existiendo bajo la premisa de la espera de esos espíritus de fuego que nos inquieten el cuerpo para comenzar a emitir fulgores, para brillar y resplandecer.
así como también, ser nosotros mismos, de alguna manera, esos arcángeles poniendo a funcionar las esencias de otros seres cercanos.
y no estoy en condiciones de negar, basándome en mi exploración interna y personal, que ciertamente es eso lo que mi ser busca, intenta y aguarda.
pero...
también alcanzo a entender que no estaría mal retornar a la etapa saturnina.
cuando sólo los estados de calor gobernaban el cuerpo físico de los seres y el mismo espacio que estos habitaban.
digo esto un poco y después entiendo que apenas quiero...
apenas saber cómo siguen tus pasos y por dónde.
sólo eso.