martes

punteos

siguen las visitas, así de tan escurridizas y transparentes

entonces, donde antes había vacío, latidos, agua para piel con sed, ahora se despliega un gato de ojos de limón

entonces, en esos momentos de acostumbrarse al silencio resuena despacito un overcome

entonces, las letras -tus letras, mis letras- agitan el pañuelo, como siempre

porque se necesita lo que nunca se ha tenido y sin embargo se sabe tan propio

porque nunca nos cansamos de buscar el escondite de las fogatas

porque una palabra tan simple como "beSo" nos deja temblando

(porque resucito y lo primero que me viene a la cabeza es tu nombre)